lunes, 16 de septiembre de 2013

17 de Setiembre Día del Profesor (Fragmento del Libro Cartas a las Escuelas)


Estamos profundamente comprometidos con nuestra vida cotidiana; lo estamos como educadores y como seres humanos. Primero somos seres humanos y después educadores; no a la inversa. Como ser humano, con una especial profesión de educar, la vida del maestro no se desenvuelve solamente en el aula, sino que esta comprometido con todo el mundo exterior, asì como con sus luchas internas, sus ambiciones y relaciones. El profesor esta tan condicionado como el estudiante. Aunque su condicionamiento puede varias, sigue siendo condicionamiento. Si uno lo acepta como inevitable y se deja guiar por el, entonces està ademas condicionando a otros. Hay muchos que aceptan esto, tratando de modificar sus limitaciones, pero como educadores a ustedes ler concierne producir una entidad social diferente; ¿no es así?, una generación futura que perciba la inutilidad de las guerras y del asesinato organizado; una generación que se interese en la relación global, sin aislamiento nacionalistas, una generación que éste comprometida con la verdad. Ésta es indudablemente, la función de un verdadero educador. 
La conciencia humana está condicionada. Cualquier persona reflexiva aceptaría este hecho, pero muchos de nosotros no nos damos cuenta de ello, y tal vez el educador tampoco. Una de las funciones del profesor es darse cuenta de su condicionamiento e investigar si le es posible librarse de su limitación. Tenemos que investigar, pues, qué es prestar atención total. Es muy importante comprender el significado de estas cosas.
Darse cuenta, percibir, implica sensibilidad; ser sensible a la naturaleza, a las colinas, a los ríos, y arboles que a uno lo rodean, percibir a ese hombre o mujer pobre que baja por el camino; ser sensible al que esta sentado junto a uno, o al nerviosismo de nuestro amigo o de nuestra hermana. Esta sensibilidad no contiene en sí opción alguna, no es critica. No hay en ella juicio ni evaluación. Ustedes son sensibles a la nube, con respecto a la cual nada puedan hacer.¡Es esta sensibilidad el resultado del tiempo y de la práctica? Si admiten el pensamiento y la práctica, entonces ese mismo pensamiento, esa práctica matan la sensibilidad.
Aprendan a observar sensiblemente, aprendan lo que implica la sensibilidad; no la cultiven, captenla. No pregunten como captarla, !háganlo¡    En la percepción misma son ustedes sensibles. En la sensibilidad no hay resistencia. La sensibilidad lo es a lo inmediato y a lo infinito. 
Concentración es el proceso de resistencia. Todo educador sabe lo que es concentrarse. El educador se ocupa de atestar el cerebro con conocimiento sobre múltiples materias, a fin de que el estudiante pueda pasar los exámenes y conseguir empleo. El estudiante también tiene esto en mente. El educador y el estudiante fomentan el uno en el otro esa forma de resistencia que es la concentración. De ese modo, esta uno desarrollando la capacidad de resistir, de excluir, y así se aisla gradualmente. Concentrarse es enfocar la energía de uno en el pizarrón o en un libro, evitando la distracción. La propia palabra distracción implica concentración. En realidad, la distracción no existe. Solo existe la resistencia llamada concentración, y cualquier movimiento que nos aleja de eso, se considera que es una distracción. Y así, en ello hay conflicto, lucha y resistencia. Esta resistencia producirá inevitablemente la limitación del cerebro, limitación que constituye nuestro condicionamiento. Percibir con sensibilidad todo este movimiento, es moverse en un Área diferente, implica estar atento.      

Jiddu Krishnamurti