viernes, 15 de julio de 2011

MARTÍN RODRÍGUEZ, UN POETA DE HOY









Calcio


No me conocía hasta que vi el árbol sin mi camisa, con su rama estirada
besando la tierra, como inclinada
ante el sol
desnudo de la tarde
en que todos los pelos se soltaron
de sus cabezas, y todas
las piedras soltaron sus pelos,
y todos los huevos soltaron sus pelos,
y la tierra ardió frente a mi camisa que ya tenía puesta,
blanca,
triunfal,
con su anillo de agua sofocada en los tembladerales del sol:
a la velocidad de la luz
el blanco de las cosas, Calcio, tomó
su lugar: no los dientes, ni la leche,
ni las tetillas, ni los huesos, ni el cristal, ni el carbón,
ni el semen, simplemente
el calcio fue un aura en la pequeña cabeza de Niño,
en su alma inclinada ante la rama que sostuvo su camisa
primera, de hombre, en el atardecer del río.




Fósforo

En la entraña o la borra
a la que nos asomamos a leer
la suerte: la leche ya está echada...

Crepita el fósforo aturdido de su imagen:
vela a su madre
junto a un río,

y mientras junta más flores
que se le pegan al talón,

el burro de la campana se echa un guascazo
contra el tronco y gime
para darle un rayo de leche último,
al final. Como un puro dios manantial, dios de la fuerza, dios del tendón.

Una última campana de bronce pega contra el árbol.
Son tan duras las comunicaciones.
Los elementos se repelen.
No hay nada que haga estallar definitivamente nada.



Martín Rodríguez



Nació el 8 de abril de 1978 en Buenos Aires.
Blog: www.revolucion-tinta-limon.blogspot.com


Libros de poesía: Agua Negra (Siesta 1998), Natatorio (Siesta, 2001), El conejo (Ediciones del Diego, 2001), Lampiño (Siesta, 2004 - 1er premio del Fondo Nacional de las Artes), Maternidad Sardá (Vox, 2005), Paniagua (Gog y Magog, 2005).